Gheorghe Micoti (Coordinador)

Después de tantos años uno comienza a sentirse del lugar en el que está.
Como parte de él. Soy rumano, pero también soy boliviano.
Y estoy en el camino del servicio que, de alguna u otra manera, también da una identidad:

El voluntariado.
Los que me conocen saben que soy renegón, pero ven también el cambio que Dios ha hecho en mi vida.
Quienes participamos en AMe Bolivia (Fuseres), vivimos la experiencia de ayudar a otros que es, en definitiva, la mejor escuela. Porque brindar una mano a quién la necesita es una acción recíproca: “Mejor es dar que recibir”.
Nos hace bien. Nos da vida.

Maria Roxana Niño

Tomar la decisión de dejar tu país, tu familia y tus comodidades e ir a donde Dios te manda, para ayudar personas discapacitadas sin familia, es una locura para la mayoría, pero para mí ha sido hacer realidad el sueño de ser voluntaria.

En el Albergue, al brindar amor desinteresado al prójimo, encontré el verdadero sentido de la vida y satisfacción plena. Al ver las bendiciones diarias que gozamos te llena de paz indescriptible, aprendes otro estilo de vida centrado en el otro, el prójimo, el necesitado, este es el ejemplo que Jesús nos dejó cuando estuvo en esta tierra.

Para saber que es el voluntariado es necesario vivirlo.

Gastón Nikolaus

Deje Argentina para ser voluntario en El Albergue, que poco a poco se fue convirtiendo en mi casa y mi familia.

El voluntariado es una experiencia que se la recomiendo a todos, principalmente a los jóvenes; por que aprendes muchas cosas que serán útiles en el futuro.

La experiencia de convivir con gente de distintos lugares, culturas muy distintas, lenguajes diferentes es algo que me gusto, es divertido debatir sobre el significado de palabras en diferentes culturas.

El cariño, el amor, la felicidad que te dan los pacientes, me enseña cada día a aceptar a cada persona tal cual es, con sus defectos y virtudes, me enseña cultivar la paciencia, a dar amor y recibirlo, a moldear el carácter, y sobre todas las cosas, a vivir las bendiciones de Dios día a día, en los alimentos, en la salud, en cada cosa que hace falta.